Con esta iniciativa, el programa Vivo Curimón de Fundación Lepe, busca potenciar al cerro isla como un lugar de aprendizaje y enseñanza, para fomentar el cuidado del medio ambiente y la valoración del patrimonio biológico y cultural por parte de la comunidad del Valle del Aconcagua.
Curimón, julio de 2023. Salir al aire libre, disfrutar de la naturaleza y aprender de ella es una de las principales características de un aula al aire libre. Como su nombre lo dice, son espacios que potencian el aprendizaje y la concientización de quienes viven la experiencia de esta metodología.
Un aula al aire libre ofrece una experiencia única que estimula la creatividad, promueve la actividad física y fortalece la conexión con el entorno natural. Al proporcionar un ambiente estimulante y saludable, niños, jóvenes y adultos se benefician de una mayor concentración, un aprendizaje práctico y una mejora en su bienestar general.
Conociendo estos y otros beneficios, es que el programa Vivo Curimón de Fundación Lepe ha trabajado para implementar esta metodología educacional y llevarla a cabo en el Cerro San Francisco de Curimón.
La coordinadora del programa Vivo Curimón, Dazma Guzmán, explica que “dentro de los objetivos del Programa Vivo Curimón está la educación sobre el patrimonio biológico y cultural del Valle del Aconcagua, a través de actividades abiertas a toda la comunidad y también a grupos de estudiantes de diferentes cursos con actividades diseñadas en línea con el currículum nacional desarrollado por el Ministerio de Educación. Con esta iniciativa queremos potenciar al cerro isla San Francisco de Curimón como un Aula al Aire Libre que prioriza el compartir el conocimiento del Valle con actividades lúdicas, utilizando los elementos de la naturaleza del lugar para generar aprendizajes significativos”.
Para comenzar la marcha blanca de esta iniciativa, durante el mes de junio el programa de Fundación Lepe contactó a la escuela Carmela Carvajal de Prat de Curimón y al colegio Greenhouse de Rinconada, a grupos de scouts y a adultos mayores, quienes participaron de las actividades con gran éxito. “Invitamos a toda la comunidad del Valle a estar atentos/as a las siguientes actividades que haremos en el Cerro isla San Francisco de Curimón. Toda la información se subirá a nuestras redes sociales. Además, invito a otros centros educacionales y organizaciones del valle a contactarnos para coordinar visitas al cerro” comentó Guzmán.
Félix Lucero (36 años), quien asistió a las actividades dirigidas a los adultos, las evaluó muy positivamente: “lo que más me llamó la atención fue la información entregada a través de folletos donde aprendimos información sobre los árboles, sus hojas y la cantidad de agua que absorben, entre otras cosas. Gracias a estas iniciativas, donde conocemos la flora, fauna, bosques, tipos de clima y más, es la manera en la que podemos cuidar nuestro patrimonio. Además me encantó la actividad final sobre cómo vemos el cerro a 30 años, porque la mayoría lo visualizó positivamente, que estaría mejor que lo que está hoy”, concluye.
Por su parte, Mariela Lazcano, quien participó junto a su grupo de scout -Sagrada Familia de Nazaret-, aseguró que a la actividad le pareció entretenida y dinámica, “siento que aprendí bastante ese día”. Además destacó que “es importante saber cómo cuidar nuestro medioambiente y actividades así ayudan un montón, porque también uno se divierte en el proceso haciendo más sencillo el aprendizaje.”
Francisco Vargas, Coordinador de Educación Ambiental de Parque Katalapi, quienes son expertos en este tema en Chile y han asesorado la implementación de esta iniciativa de Vivo Curimón, explicó que «como equipo estamos muy contentos con lo que están desarrollando en Curimón. Este proyecto busca concientizar un poco más a la comunidad sobre los espacios al aire libre, la conservación de estos, lo importante que es la educación ambiental, biocultural y sociocultural del territorio. Estamos felices que estos espacios de educación ambiental cada vez están apareciendo más y creemos que son demasiado necesarios en el contexto en el que vivimos”.
Además, el profesional de Katalapi, agregó que «con estas actividades, la gente se va sintiendo parte y se motivan a cuidar el Cerro San Francisco, su entorno y su patrimonio natural”.